EL PROCESO Primero se carda y se hila la lana, se elaboran los colores, y de acuerdo a los diseños, las madejas de hilo se tiñen en una tina con agua hirviendo con el tinte ya preparado y un ácido o jugo de limón para que el color se impregne y no se despinte. Los colores con que se tiñen son producto de la misma naturaleza. De la grana o cochinilla se obtienen los colores rojos; el insecto del nopal, nocheztli, da rojos intensos y morados. Del jiuquilitl o añil se logra el azul. De la tishinda o caracol marino, el púrpura y la vaina de huizache da el negro. El color café se obtiene de la cáscara de nuez y el color naranja se extrae del cempasúchil. Un tapete de Teotilán del Valle es el resultado del trabajo y dedicación de hábiles artesanos, que con sus manos mágicas logran transmitir el amor que le tienen a esa “tierra de dioses”, tal como su nombre significa en lengua náhuatl. La elaboración de un tapete gris requiere de lana blanca y negra, es decir, lana de di...
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